Splash!

Agua, sol y relax.

La llegada del verano y la subida de las temperaturas nos llevan directamente a los momentos de relax al lado del agua. Crear una piscina interior nos asegura su uso continuado, independientemente de la climatología, y poder disfrutarla en cualquier época del año. La entrada del sol queda garantizada a través de las ventanas que, a nivel del agua, permiten incorporar el paisaje desde las alturas.

Se ha hecho un vaso en tonos azules, que sube de intensidad en las paredes superiores, y se complementa con el pavimento porcelánico, con aspecto de madera, para aportar calidez. Un trampantojo nos espera en el interior de la ducha, con la idea de continuidad del agua y un guiño de color en el flotador amarillo.

Las horas pasan despacio en este oasis urbano.